16 de octubre de 2013


Gustavo Adolfo Bécquer

Rimas

I


Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la nochedel alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh hermosa!
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oírlo, cantártelo a solas.

XXI

-¿Qué es poesía? - dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul-
¿Qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas?
¡Poesía... eres tú!


La concepción poética de Bécquer se refleja en estás dos rimas. La poesía está en cualquier lugar ya sea bello o normal; en una mujer pero también en la ventana, o en un lápiz. El problema radica entonces en los ojos del poeta que le impiden ver la belleza, la lírica y el sentimiento en objetos tan comunes como los anteriores. Por otro lado, el lenguaje es otro factor que nos aleja de la producción literaria ya que es el que marchita, mutila, despedaza, aprisiona y aplasta las palabras del corazón.





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